
Introducción de la Liberación Emocional
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Tenemos un estrés que es positivo y que lo definiríamos como la capacidad efectiva del ser humano para responder a un estimulo. Este tipo de estrés es sano y se denomina Eustrés. Tiene que ver a un nivel físico con el empuje y la energía que nos estimula a mejorarnos. Todos necesitamos una cierta dosis de estrés, unos ciertos retos en la vida ya que la apatía y la rutina nos puede llevar al otro tipo de estrés. El cuerpo y la mente están hechas para usarlas con actividades que nos gratifiquen.
Por otro lado tenemos el estrés negativo y dañino que hoy en día es muy común y se denomina Distrés o lo que denominamos normalmente cuando utilizamos el termino Estrés. Se produce cuando la presión que soportamos en la vida o en un acontecimiento es excesivo, dura demasiado o no tenemos suficiente recursos para responder adecuadamente. Hay factores externos que han demostrado que pueden generarlo: la prisa, el exceso de información que nos bombardean diariamente, la manera de vivir cada vez más artificial, las exigencias y competitividad del mundo laboral, la falta de valores de nuestra sociedad, la perdida de contacto con la tierra y la mala alimentación… Pero también es muy importante la manera en que reaccionamos y nos relacionamos con nuestros conflictos.
El estrés negativo es democrático, lo pueden sufrir personas de cualquier edad y condición social. Y la misma situación se pude vivir o no vivir amenazante si la persona esta preparada interiormente y tiene recursos.
Características del estrés negativo
- La percepción de amenaza nos sobrepasa.
- Perdemos la capacidad de resiliencia que se describe como la capacidad de recuperarse y recobrarse ante una situación difícil.
- No tenemos o no somos conscientes de nuestros recursos.
- Nos hacemos mas vulnerables y cometemos más errores.
- Respondemos inadecuadamente y de manera desproporcionada a los retos y situaciones.
- Nos produce desequilibrios a todos los niveles e incluso puede tener consecuencias en el organismo.
Los requerimientos y los retos que hoy en día tenemos los humanos son inmensos y diferentes de hace pocos años. Se ha roto el equilibrio, nos hemos vuelto más mentales y menos físicos. Y esto afecta y afectará cada vez más en los próximos años a nuestro sistema nervioso. El equilibrio natural entre las dos ramas del sistema nervioso autónomo, simpático y parasimpático (acción y freno) se desequilibran.
Hoy en día es un echo comprobado por los diferentes estudios que el estrés pude ser detonante o agravante de diferentes patologías. Lo podemos considerar una plaga de nuestro tiempo y que afectará a un mayor número de personas. Lamentablemente, es después de un infarto o de una crisis de pareja cuando algunos cambian sus hábitos de vida; o después de estudiar el coste económico que provoca el absentismo laboral cuando las organizaciones se preocupan de estudiar qué esta pasando».
Artículo publicado en revista digital «Consciencia Sin Fronteras«